Los temperamentos se clasifican en cálidos o fríos y secos o húmedos, derivados de los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua. Comprender las diferentes propiedades de los materiales puede ayudarnos a elegir productos que promuevan nuestro bienestar.
Definición del temperamento
El temperamento es sinónimo de naturaleza y se refiere a las cualidades de calidez, frialdad, sequedad y humedad.
Temperamentología
La referencia de la medicina tradicional es la naturaleza.
Los practicantes de la medicina tradicional han adaptado las leyes de la naturaleza a la existencia humana y han descubierto los cuatro elementos. Los cuatro elementos principales son el agua, el fuego, la tierra y el aire. Sin estos cuatro elementos, la vida no existe. Todos los seres poseen estos cuatro elementos en su interior.
La temperamentología es una ciencia vasta que tiene interesantes aplicaciones para diagnosticar las características físicas y mentales de cada individuo y es muy efectiva para identificar y tratar diversos tipos de enfermedades.
Generalmente tenemos dos tipos de temperamento que se diferencian en su concepto:
Temperamento inherente: También conocido como temperamento innato o básico, es similar a la genética. Está influenciado por el temperamento de los padres y es el temperamento fundamental con el que nace una persona.
Temperamento transitorio : Este temperamento está influenciado por factores como el medio ambiente y la nutrición, haciendo que cambie con el tiempo.
Los humanos, los animales, los órganos humanos, las plantas, las rocas, las estaciones, los colores y todo lo que vemos a nuestro alrededor tienen temperamentos.
Elemento |
Temperamento |
Humor | Estación | Color |
Aire |
Cálido y húmedo |
Sanguin | Primavera | Rojo |
Fuego |
Cálido y seco |
Colérico | Verano | Amarillo |
Tierra |
Frío y seco |
Melancólico | Otoño | Negro |
Agua |
Frío y húmedo |
Flemático | Invierno | Blanco |
Si el cuerpo humano está compuesto de proporciones equilibradas de tierra, agua, aire y fuego, surge un temperamento moderado. Sin embargo, si un elemento domina sobre los demás, se crean los cuatro temperamentos primarios, a saber: sanguíneo, flemático, colérico y melancólico.
Cada alimento que consumimos tiene efectos significativos en todas las partes de nuestro cuerpo. Si identificamos nuestro temperamento, podemos evitar comer alimentos que puedan causarnos problemas.
Características físicas y comportamentales de los diferentes temperamentos.
Cada temperamento tiene características específicas en los rasgos del rostro y del cuerpo que examinaremos más a fondo.
Individuos de temperamento sanguíneo (cálido y húmedo)
Apariencia física
Los individuos de temperamento sanguíneo suelen tener cuerpos robustos y carnosos, con estructura ósea tosca y musculosa, pecho prominente y piel suave y equilibrada. Sus cuerpos son cálidos y su piel tiende a ser rojiza. Sus venas parecen prominentes. Tienen cabello espeso, abundante y graso. En los hombres, tienen una línea capilar que retrocede (comienza a adelgazarse desde el centro) y un cuerpo velludo.
Rasgos de personalidad
Las personas con temperamento sanguíneo tienen una personalidad agradable, extrovertida, de mente abierta, valiente, intrépida, egocéntrica, sociable, flexible, generosa, imaginativa, emocional y amable. Son alegres y vivaces, pero a veces descuidados, crédulos, excitados y ansiosos. Debido a la transparencia de su elemento, el aire, no son reservados. También tienen buena memoria y resistencia física, y son físicamente activos. No investigan diversos asuntos y toman decisiones rápidamente. Las personas con un temperamento cálido y húmedo no toleran bien las condiciones cálidas y húmedas, y su sueño es profundo.
Individuos con temperamento colérico (cálido y seco)
Características físicas
Las personas de temperamento cálido y seco tienen cuerpos delgados con articulaciones grandes y firmes, piel con tendencia a amarillearse (en las personas de piel oscura, los ojos se ven amarillos) y piel seca. Tienen cabello áspero, cabello ralo en la cabeza en los hombres (que comienza a caerse desde la frente), lengua agrietada y dedos alargados.
Rasgos de personalidad
Las personas con temperamento colérico son inteligentes, generosas, francas, rápidas, sociables, vivaces, emocionales, fogosas, audaces y arriesgadas. Tienen una memoria fuerte y buen apetito. Estas personas se enfadan fácilmente y pueden pasar de un tema a otro. Son muy activas físicamente y mentalmente precisas y organizadas. Son personas fundamentales pero tienen fluctuaciones en su toma de decisiones. No toleran bien las condiciones cálidas y secas, y les basta con dormir de 5 a 6 horas al día.
Individuos de temperamento flemático (frío y húmedo)
Características físicas
Los individuos con temperamento flemático suelen tener estructuras óseas grandes y con sobrepeso, predispuestos a la obesidad. Su estructura ósea no es tan robusta como la de los individuos con temperamento cálido y húmedo; en cambio, su característica principal es un aumento de la masa grasa corporal y la obesidad. Tienen piel suave y blanca, cabello fino, lengua gruesa y blanca, ojos grandes y voz grave.
Rasgos de personalidad
Las personas con temperamento flemático son crédulas, tranquilas, introvertidas, lentas, reservadas, melancólicas y de personalidad fría. Son buenos oyentes. Emocionalmente son temerosas y tímidas, pero tienen una gran confianza en sí mismas. Tienen poca tendencia a la osadía y a la toma de riesgos. En comparación con las personas con temperamento frío y seco, son más meticulosas y orientadas a los detalles, e investigan exhaustivamente sus decisiones. Tienen una ligera sensación de sed. Físicamente, carecen de resistencia y su actividad mental es lenta. Las personas con este temperamento no toleran bien las condiciones de frío y humedad, sudan menos, tienen un sueño profundo y requieren 8 horas o más de sueño por día.
Individuos con temperamento melancólico (frío y seco)
Características físicas
Los individuos de temperamento melancólico son delgados, con articulaciones pequeñas y estructura ósea. Tienen piel (generalmente oscura), fría y seca, de textura áspera, pelo espeso y abundante y ojos pequeños.
Rasgos de personalidad
Las personas con temperamento melancólico son reflexivas, inclinadas hacia la gestión y el pensamiento artístico, analíticas, perfeccionistas, orientadas al detalle, muy inteligentes, pesimistas, escépticas, organizadas, inquietas, reservadas, frías, desesperanzadas, vengativas, testarudas, temerosas y ansiosas. Tienen buena memoria a corto plazo, no son sociables y tienden a tomar decisiones lentamente en diversos asuntos. Su apetito cambia constantemente y prefieren picar entre comidas. Son estables, constantes y activos en las actividades físicas. Emocionalmente, se sienten inquietas y sensibles. Las personas con este temperamento tienen una imaginación vívida y no toleran bien las condiciones frías y secas. Sudan menos y tienden a sufrir insomnio. Las mujeres con este temperamento pueden experimentar depresión durante la menstruación.
Nota: Los temperamentos tienen un espectro y una gradación, lo que significa que dos individuos pueden tener un temperamento cálido, pero uno puede ser más cálido que el otro. De hecho, no hay dos individuos que tengan exactamente el mismo temperamento, pero pueden ser parecidos entre sí.
Conclusión
No existen temperamentos intrínsecamente buenos o malos. Todos los temperamentos son buenos cuando están equilibrados, pero si uno o más temperamentos de un individuo se desequilibran y se vuelven dominantes, puede ser propenso a ciertas enfermedades.
El equilibrio del organismo no se consigue únicamente consumiendo alimentos adecuados, sino también adoptando un estilo de vida saludable en todos los aspectos de la vida. La nutrición (comer y beber) es sólo un aspecto de la alimentación.
Las personas con temperamento colérico, caracterizado por el calor y la sequedad, deben optar por alimentos ligeramente más frescos y húmedos para mantener el equilibrio. De lo contrario, una dieta demasiado cálida puede provocar un calentamiento excesivo del cuerpo y hacerlos más susceptibles a ciertas afecciones.
Por ello, tener un estilo de vida saludable y adaptado a cada temperamento es fundamental para mantener la salud física y mental.
Fuentes externas
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